Se trata de una inflamación que afecta a toda la longitud de la cuerda vocal y suele ser bilateral. Aparece en personas que abusan del tabaco y/o el alcohol, y que a su vez realizan excesos muy acusados con la voz (que gritan en exceso y usan habitualmente un tono de voz alto y con cierta agresividad). Suelen ser pacientes varones con tendencia a la obesidad y a padecer hipertensión arterial.
Su tratamiento es quirúrgico, mediante microcirugía laríngea, que suele realizarse en dos tiempos, es decir primero se opera una cuerda vocal y cuando ha cicatrizado, se opera la otra. Posteriormente el paciente debería realizar rehabilitación foniátrica. Si no es muy grande el edema, se pueden operar las dos cuerdas a la vez.
Tanto los nódulos, como los pólipos y el edema de Reinke mejoran con corticoides, pero sólo de forma transitoria.
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